lunes, 17 de octubre de 2011

Crítica del argumento en base a una obra de Le Corbusier











Crítica del argumento de Le Corbusier “Hacia una Arquitectura” relacionada con una obra suya.

Análisis de la Villa Schwob, 1916, L e Corbusier.

La Villa Schwob, está situada en el centro urbano de la Chaux de Fonds; entre la Rue Doubs y la Rue de la Fusion.
Observando una imagen en perspectiva de la Villa Schwob, tomada desde la Rue Doubs; se puede apreciar la composición volumétrica formada por figuras puras como el cubo, el rectángulo y el cilindro.
La Villa tiene volúmenes con doble altura; esto es un principio de énfasis.
Le otorga una cierta presencia en volumen a algunos cuerpos para reivindicar su importancia.
Los volúmenes dominantes de doble altura son los dormitorios; compuestos por grandes ventanales en las esquinas para aprovechar las vistas desde un punto superior.
Toda la fachada “superficie” del volumen compuesto en la planta superior está compuesta por ventanales haciendo un recorrido visual.
El plan generador de este previo análisis; es el de encontrar mediante la doble altura y la forma compositiva de los volúmenes el mayor aprovechamiento visual. Ya que, el detonador del proyecto es el emplazamiento en pendiente y las vistas de la ladera sobre la que se ubica la villa.
Todo el plan está determinado formalmente para obtener espacios luminosos en los que la visión sea la acción dominante.

Entra en contraste la recta y la curva en los ventanales y la composición volumétrica; ya que utiliza ventanas rectangulares proporcionados mediante la sección aurea, y también utiliza en los volúmenes secundarios( ej. Baño y dormitorio situados en el eje longitudinal)una composición de cilindro y cubo.
También existe la combinación de ambos, recta y curva, en un plano principal.
La fachada principal, está compuesta por un gran ventanal rectangular y cuatro ventanales circulares situados en los cuatro extremos de ese plano rectangular.
Cabe destacar el enfrentamiento entre curva y recta; y el uso combinado de volúmenes simples y puros, todos ordenados bajo un sistema de ejes; el eje longitudinal y el eje transversal, el cual, toma el papel protagonista.
Sobre el eje transversal, Le Corbusier, sitúa los volúmenes de mayor importancia teniendo en cuenta el plan.
Para salvar las vistas, utiliza como volumen el cubo y libera las fachadas principales de ornamentación colocando grandes ventanales.
En el trazado de la pendiente, utiliza como plan, la combinación de un cubo y dos semicilindros, con el fin de generar un eje longitudinal con fuerza en el desnivel del terreno y una simetría central.
En Vers une Architecture, se hace referencia al uso del plan como generador del volumen y la superficie.
El plan sería el trazado planeado sobre el que se asienta la arquitectura; y como ejemplo serviría la distribución en planta de una bóveda baída.
La composición volumétrica del eje longitudinal en cuadrado más dos semicircunferencias en planta, hace referencia a las bases del plan generador de Santa Sofía de Constantinopla.
Esta combinación es la base de la b.baída de Santa Sofía.

En la Villa Schwob, la combinación del cubo y los semicilindros en sus laterales, es una combinación específica; es decir; lo genérico sería una composición de cubos simples( un cubo dentro de un cubo); aquí se le añaden los semicilindros para enfatizar la dirección de la pendiente y las vistas.
El conjunto es una combinación acorde con el emplazamiento; los volúmenes están configurados siguiendo un orden y un ritmo para aprovechar el desnivel del terreno y las vistas.
El muro perimetral exterior que cierra la parcela está compuesto por planos que siguen el nivel del terreno.
En el punto de mayor desnivel, en el encuentro con una calle perpendicular a la calle Doubs, el muro sigue el desnivel y el tope con la calle perpendicular, haciendo una esquina marcada y dominante.

En planta baja; los espacios que se encuentran seguidos del comedor y sala de estar( semicilindros) son la sala guardarropa y la sala oficio; éstas tienen los muros interiores curvos desde el centro para perder interiormente el protagonismo del cubo central.
Además, para desarrollar con mayor expresión el eje longitudinal; las salas de la planta baja con referencia semicilíndrica, y en planta primera, los dormitorios; tienen aberturas en las esquinas con forma de arcos.
En la planta superior de cubierta; se mantiene la forma volumétrica y el plan generador de la planta inferior; y además se le añade una terraza perimetral con la misma silueta exterior.
El plan dominante siguen siendo las vistas en la planta superior; por eso toma tanta importancia la terraza.
La cubierta es plana; indicio de lo que más adelante será uno de sus cinco puntos de la arquitectura moderna.
Todo el conjunto formal volumétrico parte del cetro del cubo inicial ( volumen puro) y se distribuye en forma de “ x” desde los vértices, tomando elementos curvos como los cilindros para enfatizar el plan.
Se atisba un orden y un ritmo claro en los volúmenes, haciendo que la Villa Schwob tenga armonía y ligereza.
No hay arbitrariedad en el plan,; los volúmenes estás escogidos de manera que determinen unas formas puras finales y orden premeditado.
Libera los espacios con una organización fluida; toman relevancia los volúmenes dominantes y la circulación vertical queda alineada paralelamente ala calle Doubs; en el eje longitudinal, para no tomar demasiada relevancia.
Todos los elementos que configuran los volúmenes están compuestos por ventanales que no chocan estéticamente por su forma con el conjunto, ya que están situados estratégicamente.
Los ventanales están situados con el fin de aprovechar las mejores vistas; meta del plan.
La villa se entiende desde el interior hacia el exterior y viceversa, es decir; la circulación en el interior está influenciada directamente por la dirección y fuerza del eje longitudinal, y las formas en planta de esta circulación se rigen por los semicírculos adheridos al cuadrado central.
Los semicírculos contienen la expresión del principio y final del eje longitudinal.
Transversalmente, la circulación se entiende como una línea de fuerzas marcada por el cubo en doble altura del centro .
Desde el exterior el complejo, se entiende como una ordenación de volúmenes que siguen las marcas de la pendiente y la importancia de las vistas.

La superficie; que es la envoltura del volumen; es simple y limpia.
La ornamentación no tiene un papel protagonista; a la estructura de hormigón se le reviste con ladrillo para configurarle otra superficie acorde con el volumen.
Se moldea la superficie de forma modular y con escala al utilizar el ladrillo (medida y escala reconocida).
Todas las fachadas, todos los volúmenes mantienen una relación proporcional basada en la sección aurea; herencia clásica.
Los ventanales están enmarcados proporcionando profundidad en los planos de los alzados y una composición estética.
Se observa una diferenciación de profundidad en las fachadas, también al usar ornamentación clásica para subdividir las alturas.
Es decir; hay un uso de planos marcados en los límites de la planta baja y planta primera; inspirados posiblemente en las cornisas y entablamentos de los templos griegos clásicos.

Resumiendo; el plan inicial es el emplazamiento y las vistas mediante referencia histórica; al inspirarse en el plan de Santa Sofía de Constantinopla.
Hay una fuerte división de ejes; longitudinal y transversal para combinar los volúmenes y sacarles el mayor provecho.
Simple ornamentación como superficie; para modelar los volúmenes sin perder el volumen inicial.